Thursday, December 01, 2005

EXTRAÑAS PULSIONES II: EL CUERPO MUTABLE


Mis experiencias en el quirofano me han hecho imposible ver el cuerpo humano como la representación de una divinidad, como un conjunto ordenado de órganos o como un simple objeto de deseo. No lo puedo ver como un objeto inmutable.

La visión que se tiene del la anatomía humana varia de persona a persona, todo depende de lo que queramos ver.

De hecho ninguna cultura representa el cuerpo humano de la misma forma. En los esquemas anatómicos de oriente, por ejemplo, nunca se quita la piel de los modelos, hay una completa ausencia de músculos ni siquiera un esbozo de ellos, (a diferencia de los detallados grabados occidentales) en cambio se enfocan en las energías invisibles que irradian del cuerpo…los Aztecas, a pesar de hacer sacrificios humanos y estar familiarizados con la anatomía del tórax jamás se interesaron en documentar sus detalles, pues ellos no veían un corazón, sino una ofrenda a los dioses que liberaba el poder cósmico que regia su mundo… veían lo que querían ver y así lo representaban.

Las contadas personas que visitan mi casa no pueden evitar inquietarse al ver algunas litografías de Bavari que tengo en el estudio…y siempre me preguntan que es lo que me atrae de esas imágenes…



La temática de Bavari es la metamorfosis. Mutaciones de la forma humana que para mi son a la vez fascinantes y repulsivas… "espejo onírico del caos en el que vivimos" Bovari ve lo que quiere ver. Así es como él ve al ser humano.

En su trabajo, lo real tal como lo conocemos ha desaparecido. La nueva realidad, la de lo imposible, establece nuevas reglas. La fotografía deja de ser el espejo de un universo ordenado, se convierte en el espejo de su subconsciente.

Mi fascinación por la mutación, transfiguración y corrupción, antes limitada a imágenes estáticas, ha encontrado que en el cine también es posible representar estos cambios (posibles o imposibles) a niveles que superan cualquier descripción.

Tetsuo the Iron Man de Shinya Tsukamoto y Rubber Johnny de Chris Cunningham son dos claros ejemplos de la transfiguración del cuerpo humano llevada al extremo…



En Tetsuo somos testigos de la colisión entre carne y metal a un nivel que va más allá de la estética “biomecanica” de H.R.Giger. Pero en este caso no hay simbiosis, la fusión corrompe metal y tejido vivo, transmutando a uno de los anti-heroes de la cinta en un hibrido con un inmenso taladro suplantando al pene y el cual utiliza en su enloquecida pareja, (quien presenció la transformación) con resultados obviamente catastróficos.



Calificada como Cyberpunk esta cinta es un asalto a los sentidos...




El corto de Cunningham lo vi hace unos días y aun no me lo puedo quitar de la cabeza. Dura 6 minutos, durante los cuales la música de Aphex Twin nos acompaña a conocer a Johnny, un chico mutante que vive encerrado en un sótano y que se entretiene aterrorizando a su perrito Chihuahua con las múltiples contorsiones y transformaciones de las que es capaz.



Rubber Johnny es interpretado por el mismo Cunningham y las imágenes no dejan de impresionar a pesar de ser ficticias, aunque no lo parecen tanto si como en mi caso el espectador ha podido constatar los efectos de los errores genéticos sobre un humano en potencia.



Estas obras me recuerdan la fragilidad y maleabilidad del cuerpo y me hacen pensar en lo deformada que puede estar mi visión de las personas y mi entorno por las emociones, por los sentimientos, por las creencias, por mi inconciente…lo mas probable es que siempre vea algo totalmente distinto de lo que tengo enfrente.



El video completo de Rubber Johnny aqui...(disturbing for some viewers)

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